Que pasa cuando el cigarrillo se echa a perder

Cualquier fumador experimentado sabe que el almacenamiento adecuado del tabaco es esencial para mantener sus cualidades organolépticas y garantizar una combustión uniforme.

Sin embargo, siempre hay un debate en Internet sobre la llamada vida útil del tabaco, especialmente entre los usuarios de pipa. Echemos un vistazo a esta cuestión para disipar cualquier duda.

Debe quedar claro que el tabaco no suele caducar. Sin embargo, los jarabes de pipa suelen tener una fecha de consumo preferente o de caducidad. Esto se tratará en un capítulo aparte.

Además de la vida útil, el tabaco, al igual que otras sustancias orgánicas, está sujeto a reacciones químicas causadas por ciertos gases del aire, como el oxígeno.

Estas reacciones provocan una descomposición química y cambios en la materia orgánica, lo que provoca cambios en el sabor y el olor.

Por otro lado, si se deja que se sequen, se quemarán más rápidamente y de forma irregular, lo que es inaceptable, especialmente para los grandes fumadores de puros.

Por otro lado, una humedad elevada y prolongada favorece la colonización de hongos y otros microorganismos, lo que provoca sabores y olores desagradables.

No hay riesgo de infección al fumar, ya que el proceso de combustión mata cualquier microorganismo que pueda haber colonizado nuestro tabaco. Lo único que puede pasar es una de estas tres cosas.

⦁ Combustión rápida e irregular.

⦁ Quema demasiado lenta o insuficiente.

⦁ Más o menos cambio de sabor y aroma.

Los fumadores no deben preocuparse porque la vida media de un paquete de cigarrillos no hace que el tabaco se deteriore. La única precaución que deben tomar es comprar las cajetillas en tiendas que garanticen la procedencia y la calidad del proceso de fabricación de los cigarrillos.

Almacenamiento de tabaco que viene con sus propios cigarrillos liados o pipa.

Las bolsas de tabaco son una forma desafortunada de almacenarlas, ya que se secan en pocas horas. Lo ideal es un recipiente hermético.

Un truco popular es pegar un pequeño trozo de fieltro autoadhesivo en el interior de la tapa. Si se humedece cada 24 horas, esta mancha permanecerá como el primer día.

En cualquier caso, los tarros herméticos con insertos de humidificación incorporados están disponibles comercialmente en una variedad de tamaños, formas y diseños.

Los puros deben guardarse en una caja hermética. Al igual que en el caso del crujir de dientes, lo mejor es añadir un suplemento para el humidor.

Lo mejor es comprar una caja preparada para este fin, que también incluye un termómetro y un higrómetro. Hay cajas que controlan automáticamente la temperatura y la humedad mediante un sistema de placas Peltier.

Y para los fumadores más exigentes y cómodos, también hay pequeñas cajas para guardar los puros.

Además del tabaco, los jarabes mezclados contienen otros ingredientes orgánicos como glicerina, propilenglicol, miel y agentes aromatizantes. Esto conduce a múltiples procesos de degradación, lo que hace que los jarabes de narguile sean más difíciles de almacenar que otros tipos de tabaco.

Por ello, suelen incluir una fecha de consumo preferente o de caducidad. Debemos utilizar esta fecha como referencia, pero sin preocuparnos demasiado, ya que suele haber un margen de dos años desde la fecha de fabricación. Y lo único que puede ocurrir es un deterioro significativo de la calidad del humo.

Al igual que otros tabacos, la melaza debe guardarse siempre en un recipiente hermético y se recomienda cubrirla con una imprimación hidratante.

Si eres un purista, te recomendamos que lo guardes en la nevera para evitar que se estropee lo máximo posible. Sólo hay que sacarlo 15 minutos antes de fumar. Pasado este tiempo, puedes abrir el recipiente hermético y utilizar la melaza.